La persona, hombre y mujer por igual, poseen una característica que los hace únicos e insustituibles, los coloca en un plano superior al de las otras criaturas pues hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Esta característica es la dignidad.
Toda persona es digna por el solo hecho de ser persona desde el momento de su concepción hasta su muerte, no se puede ver a la persona como un objeto o un instrumento.
La dignidad es el fundamento de los derechos humanos que deben garantizar jurídica y socialmente el respeto de esta, cada persona posee una dignidad ontológica que nadie puede quitarle y también posee una dignidad moral que desarrolla y modifica con sus acciones.
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